No creo en muchas cosas

Envidio las habitaciones ordenadas. Ésas en las que no sobra ningún papel, en las que la cama siempre está hecha. Ésas en las que parece que no vive nadie. Ni una mota de polvo, ni siquiera un mísero calcetín en el suelo a las nueve de la mañana. 

De verdad que las envidio. 

Ya me gustaría a mí que mi habitación fuera así. Que no me tropezara con tus fotos en la pared, ni con mis bragas en el suelo, incluso que el fantasma de aquellas monedas que se te cayeron al suelo cuando te bajé los pantalones no resonaran aún de vez en cuando. Cómo me gustaría que el hueco de la estantería estuviera lleno y que me hubieras devuelto a tiempo esas películas. O que las sábanas no me recuerden que están vestidas con tu color favorito, supongo que también tengo parte de culpa, yo no puedo hacer la cama todos los días. 

Mi habitación tiene muchos asuntos pendientes. 

Aunque sé que muchos de ellos no se resolverán y acabarán cogiendo polvo en el último estante o al fondo de un cajón. Y es cierto que no creo en muchas cosas pero hay algo de lo que estoy segura: en el momento en el que esos asuntos dejan de doler, se han resuelto solos. 

Capítulo 40

¿Te acuerdas de esa historia de conejos locos que toman el té y están preocupadísimos por el tiempo?
¿Sí?
Feliz, feliz no aniversario...

Capítulo 39

Ser sincero no significa no ser culpable así que no te preocupes, cariño, que ya lo jodo yo por ti.

Azar

1. No olvidar el pasado
2. No temer el presente
3. Tú decides

Regla Nº4

Dudar y temer son sinónimos.

Siempre.

Siempre. Siempre has sido más de lo que tú mismo pensabas, de lo que tú mismo piensas. Yo lo sabía desde el principio. Creo que es porque nos hacemos mayores, y siento decirlo, pero es la verdad, el tiempo pasa, para todos, para todo, para bien, para mal. Nos hacemos mayores por mucho que no queramos admitirlo, ni pensarlo. Porque pensarlo significa aceptar que no has conseguido triunfar en nada de lo que tú considerabas importante en esta vida, significa aceptar que tienes un miedo enorme a todo: a tu futuro, a tu presente e, incluso, a tu pasado. Y cuando los tres tiempos verbales se unen en una sola persona me dan tanto miedo que hasta echaría a correr.

Regla Nº3

Es tan culpable el que miente como el que calla.

Capítulo 38

- No es una excusa para llevarte a la cama.
- Lo es, pero también quieres aprender a jugar al Poker.

Menú.

Huevos rotos, como los corazones, a ver qué tal os sentaba.

Capítulo 37

Qué (con tilde) largas se me hacen las noches sin ti. #haciéndoteechardemenos

Regla Nº2

Si alguien te dice que no puedes hacer algo es muy probable que sí puedas, sólo que no quiere que lo hagas.

Regla Nº1

Si no hay regalos, no hay amor. Y no hablo de materialismo.

Pides mucho.

Yo sólo quiero alguien que me haga reír hasta que me duela.

23J

Él siempre citaba:
El poder sin sabiduría es tiranía,
La sabiduría sin poder es irrelevante.



Hay personas que siempre que hablan dicen algo importante. Suelen ser personas que han trabajado mucho, que han reído mucho, que han luchado mucho, que han conseguido mucho, que han perdido mucho también y que no tuvieron miedo, ni siquiera al final. Que en el propio final seguían siendo ellos, aunque no fueran ni la mitad de lo que eran, o no lo parecieran al menos. Por muy débiles que estuvieran por fuera, seguían siendo fuertes por dentro.
Sé que es un tópico decir esto cuando alguien ya no está y, sobre todo, es una mierda no habérselo dicho a esa persona cuando sí estaba.


Pero como alguien dijo aquel día:
Tu sabiduría nunca fue irrelevante.
Fue tan sabio que predijo hasta su propia muerte.

Capítulo 36

- ¿Cuándo me llevas a tomar un café?
- El último café al que te invité acabó en mi cuarto.

P.

Vas a tener que hacerlo increíblemente bien, cariño, porque lo hiciste tan mal que aún me duele.

(creo)

Aquella noche estabas tirado en mi cama viendo cómo me terminaba de arreglar. Si no fuera tan cobarde me habría acurrucado un poco más cuando me abrazaste fuerte y me confesaste que esa noche estaba abierto el cupo de la sinceridad. Sin embargo, me reí (esa cosa estúpida que hacemos los humanos cuando no sabemos qué hacer o decir en una situación incómoda, comprometida o de tensión - sexual, en este caso, si me lo permites decir -) y cogí la bolsita de maquillaje que estaba sobre la encimera. Sabía que me mirabas, pero yo no quería hacerlo, me autoconvencí de que si lo hacía me pasaría con el rímel (algo posiblemente muy cierto, de todos modos) pero, en realidad, no te miré porque la pregunta que me rondaba por la cabeza me daba miedo y la respuesta mucho más.
 - Vaya... el kit de mentiras.
No fue el único kit de mentiras que utilicé esa noche.
Créeme que no.
No estaría aún echándote de menos... (creo)

Poderes

¿Te has parado a pensar alguna vez que a lo mejor sólo digo lo que tú quieres escuchar?

R.

Raquel odia el tabaco pero hasta eso le gusta de él.

Miedo

Te gusto. Me gustas. Te hace feliz hacerme feliz. Me pongo triste si estás triste. Me arropas. Te abrazo. Me llamas y no lo cojo. Te mando un mensaje para demostrarte que me importas. "Te quiero ver". "Yo besar". Me quieres. Te quiero. Pero te mueres de miedo. Pero me muero de miedo.

Inherente

Cuando dos cuerdas de una guitarra coinciden en la misma frecuencia es inevitable que vibre una cuando tocas la otra. Ahora, cambia cuerdas por personas. Y cuando lo entiendas, hablamos.

Capítulo 35

- Me encantas, ¿sabes? y te voy a echar de menos.

- Pi...pi...pi...pi...

Capítulo 34

Y yo soy tan idiota que no hago más que acordarme de una conversación que tuvimos a los pocos días de conocernos...

- Yo soy como Peter Pan, no quiero crecer.

- Entonces te va a pasar lo mismo que a él: vas a encontrar a Wendy y la vas a perder.

Capítulo 33

Da igual, déjalo. Si no quieres que te quieran yo no puedo hacer nada.

- No necesitas abuela para echarte piropos, ¿eh?

- No...ya te tengo a ti.

Capítulo 32

Gracias por crear ilusiones y luego destruirlas. Sobre todo por destruirlas.

R.

El padre de Raquel siempre había dicho: El que la sigue, la consigue. Su padre nunca había hablado de tropezar ni de las ganas de retirarse. Y ella estaba cansada.

Y, en ese momento, le hubiera gustado mucho que él hubiera estado allí y le hubiera susurrado al oído: tranquila, mi niña, él se dará cuenta y volverá a buscarte.

Como hacía antes de marcharse. Como hacía antes.

Fantasmas

Las promesas que no se cumplen en una relación pasada son eso, pasado. No debes y no puedes, sobre todo no puedes, dejar que interfieran en una relación presente. Por mucho que sea absolutamente la misma puta promesa.

Lo creáis o no, dormir lo soluciona todo. Y si es juntos, mejor.

todo.

Era una tía muy difícil, pero muy muy difícil. Pero si conseguías entrar... porque ella podía contarte detalles super íntimos pero ahí estaba esa barrera... siempre. Siempre estaba. Pero... no sé cómo explicarte, había momentos en los que era completamente ella, y esos momentos... esos momentos no los cambiaría ni por todo el oro del mundo.

R.

Raquel estaba muy contenta, demasiado.

Había olvidado que en el amor siempre te la juegan.

Sobre todo, si juegas con él.

Si te come la lengua el gato y no yo, tenemos un problema.

Y en el fondo dio lo mismo si te ahogabas tú o me ahogaba yo. Ninguno queríamos salvarnos.

Capítulo 31

- Pero... entonces... ¿Batman no se convierte en murciélago? ¡Pues vaya mierda de superhéroe, tengo yo más poderes que él!

- ¿Sobre mí? Sí.

Ocasiones especiales.

Te das cuenta de que te has hecho mayor cuando la Noche de Reyes la has pasado sin dormir, no por la ilusión, si no por las lágrimas.