El padre de Raquel siempre había dicho: El que la sigue, la consigue. Su padre nunca había hablado de tropezar ni de las ganas de retirarse. Y ella estaba cansada.
Y, en ese momento, le hubiera gustado mucho que él hubiera estado allí y le hubiera susurrado al oído: tranquila, mi niña, él se dará cuenta y volverá a buscarte.
Qué bonito..
ResponderEliminarNo se equivocaba su padre.
Y es que es verdad, quien la sigue la consigue! que no se te olvide :)
ResponderEliminarMe encanta y el toque amaralero me enamora.
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